Esforzado en Fe

Esforzado. – (adj.) Valiente, animoso, alentado, de gran corazón y espíritu. 

Fe. – Es la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven. (Hebreos 11:1) Virtud cristiana que consiste en creer firmemente en Dios y sus promesas. 

El Apóstol San Pablo, como un fiel escudriñador de la historia sagrada, e inspirado divinamente, hace una amplia explicación a la iglesia de los Romanos acerca de la fe del patriarca Abraham en su relación con Dios, pues dice de él: “El creyó en esperanza contra esperanza, para venir á ser padre de muchas gentes, conforme á lo que le había sido dicho: Así será tu simiente. Y no se enflaqueció en la fe, ni consideró su cuerpo ya muerto (siendo ya de casi cien años,) ni la matriz muerta de Sara; Tampoco en la promesa de Dios dudó con desconfianza: antes fué esforzado en fe, dando gloria á Dios, Plenamente convencido de que todo lo que había prometido, era también poderoso para hacerlo.” Romanos 4:18-21. 

La fe del Patriarca Abraham: 

Esta se fundamenta en su plena relación con Dios desde que recibió el llamado divino y juntamente con ello la promesa del Omnipotente Dios: “…Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré; Y haré de ti una nación grande, y bendecirte he, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición: Y bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré: y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Y fuese Abraham, como Jehová le dijo;…” Génesis 12:1- 4. El Apóstol San Pablo en su carta a los Hebreos, les explica cómo obró la fe en este patriarca: “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir por heredad; y salió sin saber dónde iba. Por fe habitó en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en cabañas con Isaac y Jacob, herederos juntamente de la misma promesa:” Hebreos 11:8-9, agregando también: “Por fe ofreció Abraham a Isaac cuando fue probado, y ofrecía al unigénito el que había recibido las promesas, Habiéndole sido dicho: En Isaac te será llamada simiente: Pensando que aun de los muertos es Dios poderoso para levantar; de donde también le volvió a recibir por figura.” Hebreos 11:17-19. 

San Pablo enfatiza a los Hebreos convertidos al evangelio que Abraham heredó la promesa por medio de la fe, al mostrar esfuerzo en su largura de ánimo, pues dice: “… que por la fe y la paciencia heredan las promesas. Porque prometiendo Dios a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, Diciendo: De cierto te bendeciré bendiciendo, y multiplicando te multiplicaré. Y así, esperando con largura de ánimo, alcanzó la promesa.” Hebreos 6:12-15. Por la fe, el patriarca Abraham, se esforzó en esperar confiadamente en las promesas divinas, sobreponiéndose a las situaciones adversas y difíciles porque creyó firmemente en Dios. 

El esfuerzo de los Justos de la antigüedad: 

San Pablo declara a la iglesia Hebrea cómo se evidencia el esfuerzo en fe de los justos de la antigüedad. Abel: “… ofreció a Dios mayor sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio a sus presentes; y difunto aún habla por ella.” Hebreos 11:4. Enoc: “…fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios. Y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.” Hebreos 11:5. Noé: “… habiendo recibido respuesta de cosas que aún no se veían, con temor aparejó el arca en que su casa se salvase:…” Hebreos 11:7. Moisés: “… hecho ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón; Escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de comodidades temporales de pecado. Teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los Egipcios; porque miraba a la remuneración. Por fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.” Hebreos 

11:24-27. Y concluye diciendo: “Y todos éstos, aprobados por testimonio de la fe, no recibieron la promesa;” Hebreos 11:39. Estos justos fueron esforzados en fe, porque ofrecieron mayor sacrificio, agradaron a Dios, le obedecieron con temor, renunciaron a las comodidades temporales, confesaron que eran peregrinos y advenedizos, mirando la remuneración celestial; cada uno de ellos enfrentó inmensos peligros, pero a pesar de todo su fe se agigantaba creyendo en el Dios Todopoderoso. 

El esfuerzo de los creyentes en Cristo: 

La fe en el cristiano no es diferente; la recibe en el momento en que acepta servir al Señor Jesucristo con todo su corazón, haciendo profesión de fe en las aguas del bautismo; y confiando plenamente en el Señor se esfuerza, pues es la fe una forma de vida que agrada a Dios: “Empero sin fe es imposible agradar á Dios; porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 11:6, convencido de que todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén… (2ª. Corintios 1:20). 

El Cristiano se esfuerza en fe, no dudando para no dar lugar a la desconfianza, ya que entiende lo que habla la Palabra de Dios cuando el escritor sagrado expresa lleno del Espíritu Santo: “Ahora el justo vivirá por fe; Mas si se retirare, no agradará á mi alma. Pero nosotros no somos tales que nos retiremos para perdición, sino fieles para ganancia del alma.” Hebreos 10:38-39. Jesús ha prometido que al guardar todas las cosas que él ha enseñado, estará con sus hijos todos los días y hasta el fin del mundo. (San Mateo 28:20).

El Testigo de la Fe Apostólica Noviembre 2020