LA IGLESIA.
1.- Creemos que la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo, es una, universal e indivisible.
Formada por todas la personas sin distinción de raza, ni
nacionalidad, lengua, color o costumbres, siempre y cuando hayan aceptado a Nuestro Señor Jesucristo como su Salvador, siendo bautizados en agua en su Santo Nombre para el perdón de sus pecados.
Los vínculos que unen a los miembros de la Iglesia, son los vínculos del Espíritu de Cristo, que vive y gobierna en el corazón de cada uno.
“Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que sois llamados; Con toda
humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos á los otros en amor; Solícitos á guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
Un cuerpo, y un Espíritu; como sois también llamados á una misma esperanza de vuestra vocación: Un Señor, una fe, un bautismo, Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todas las cosas, y por todas las cosas, y en todos vosotros”. (Efesios 4:1-6). “Porque por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ora Judíos ó Griegos, ora siervos ó libres;
y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.” (1a. Cor. 12:13.)
2.- Creemos que la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo en estos días es la continuación de la Iglesia que dió principio en el día de Pentecostés en la ciudad de Jerusalem.
Por lo que sus miembros, viven y se mueven siendo guiados y sustentados por los principios de la Doctrina Cristiana, la cual habiendo comenzado a ser publicada por nuestro Señor Jesucristo, ha sido confirmada hasta nuestros días por los que oyeron; testificando con ellos Dios, con señales y milagros y diversas maravillas y repartimiento del Espíritu Santo según su voluntad.
“¿Cómo escaparemos nosotros, si tuviéremos en poco una salud tan grande? La cual, habiendo comenzado á ser publicada por el Señor, ha sido confirmada hasta nosotros por los que oyeron; Testificando juntamente con ellos Dios, con señales y milagros, y diversas maravillas, y repartimiento del Espíritu Santo según su voluntad.” (Hebreos 2:3-4), (Hebreos 2:1-43).