1.- Creemos que las Sagradas Escrituras son la palabra de Dios; porque son ellas la fuente de conocimiento de la revelación misma de El, Inspirada por Dios para instruir y enseñar al hombre en toda buena obra para que conozca sus caminos y le sirva.
“Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia. Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra.” (2 Tim. 3:16-17),
“Porque la profecía no fué en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo” (2a. Pedro 1:21), “Mas manifestado ahora, y por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, declarado á todas las gentes para que obedezcan a la fe.” (Romanos 16:26), “Si alguno á su parecer, es profeta, ó espiritual, reconozca lo que os escribo, porque son mandamientos del Señor.” (1a. Corintios 14:37),
“Ve pues ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y asiéntala en un libro, para que quede hasta el postrero día, para siempre por todos los siglos.” (Isaías 30:8)
“Varones hermanos, convino que se cumpliese la Escritura, la cual dijo antes el Espíritu Santo por la boca de David, de Judas, que fue guía de los que prendieron á Jesús.” (Hechos 1:16).
2.- Creemos que el mejor intérprete de la palabra de Dios es la misma Biblia, porque en ella encontramos el de envolvimiento del eterno consejo para la realización de sus propósitos, sean éstos para la obra de la creación, la redención del mundo o para el tiempo futuro.
El Señor Jesucristo dijo: Escudriñar las Escrituras porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna y ellas son las que dan testimonio de mí. (S. Juan 5:39). Está escrito en la 2a. Carta del Apóstol S. Pedro 1:20: Entendiendo primero ésto: Que ninguna Escritura es de particular interpretación, porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.
Creemos que la palabra de Dios se interpreta con su misma palabra.
“Y nosotros hemos recibido no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado. Lo cual también hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduría, mas con doctrina del Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Mas el hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente.” (1a. Cor. 2:12-14)
“Mas esto es lo que fué dicho por el profeta Joel.” (Hechos 2:16)
“Y rollando el libro, lo dio al ministro, y sentóse: y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó á decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestros oídos.” (S. Lucas 4:20-21).