No esta aqui, mas ha resucitado.

Cristo ha resucitdo

“No está aquí, mas ha resucitado: acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea.” San Lucas 24:6. 

La Resurrección de nuestro Señor Jesucristo es una verdad fundamental que forma parte de nuestra creencia y nos hace bienaventurados. 

Este suceso extraordinario fue anunciado por los profetas: “Porque no dejarás mi alma en el sepulcro; Ni permitirás que tu santo vea corrupción.” Sal. 16:10. Él mismo lo anunció: “Desde aquel tiempo comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le convenía ir a Jerusalem, y padecer mucho de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.” Mt. 16:21; “Y como descendieron del monte, les mandó Jesús, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de los muertos.” Mt. 17:9. “…Mas después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.” Mr. 14:28. 

La resurrección del Señor Jesucristo se puede comprobar a la luz de las sagradas escrituras. Están las palabras de los dos varones con vestiduras resplandecientes, que les dijeron a las mujeres que habían ido al sepulcro: “…¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, mas ha resucitado: acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea.” Lc. 24:5-6. 

Estas mujeres piadosas dieron testimonio de la resurrección del Señor, pues habían constatado que la tumba estaba vacía; sin embargo, fue María Magdalena la primera en comprobar la veracidad de este hecho glorioso: “Empero María estaba fuera llorando junto al sepulcro: y estando llorando, bajóse á mirar el sepulcro; Y vió dos ángeles en ropas blancas que estaban sentados, el uno á la cabecera, y el otro á los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. Y dijéronle: Mujer, ¿por qué lloras? Díceles: Porque se han llevado á mi Señor, y no sé dónde le han puesto. Y como hubo dicho esto, volvióse atrás, y vió á Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. Dícele Jesús: Mujer, ¿por qué lloras? ¿á quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, dícele: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré. Dícele Jesús: ¡María! Volviéndose ella, dícele: ¡Rabboni! que quiere decir, Maestro. Dícele Jesús: No me toques: porque aún no he subido á mi Padre: mas ve á mis hermanos, y diles: Subo á mi Padre y á vuestro Padre, á mi Dios y á vuestro Dios. Fué María Magdalena dando las nuevas á los discípulos de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.” Jn. 20:11-18. 

Esto también llegó a oídos de los demás discípulos: “Aunque también unas mujeres de los nuestros nos han espantado, las cuales antes del día fueron al sepulcro.” Lc. 24:22. 

Así que fueron esas santas mujeres quienes dieron testimonio de que la tumba que ocupó el cuerpo de nuestro bendito redentor por tres días y tres noches quedó vacía aquella gloriosa mañana, cuando nuestro salvador, victorioso, resucitó de entre los muertos. 

El Apóstol San Pablo dice, respecto a la resurrección del Señor Jesucristo, lo siguiente: “Y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos juntos; de los cuales muchos viven aún, y otros son muertos. Después apareció a Jacobo; después a todos los Apóstoles. Y el postrero de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.” 1Co. 15:5-8. 

Apreciables hermanas: La Resurrección del Señor Jesucristo es el fundamento de nuestra fe y justificación; dijo el Apóstol San Pablo: “Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; Por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo fue muerto por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; Y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;” 1Co. 15:1-4. 

“El cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación.” Ro. 4:25. 

Dios os bendiga. 

El Testigo de la Fe Apostólica Marzo 2014